Después del golpe recibido en Asunción frente a Paraguay, la Selección argentina necesitaba reencontrarse con su mejor versión. Con este objetivo, Lionel Scaloni apostó por el clásico esquema 4-3-3 que tantas satisfacciones le ha dado al combinado “Albiceleste”. Pese a la falta de efectividad en el último partido, el entrenador renovó su confianza en el tridente ofensivo compuesto por Lionel Messi, Lautaro Martínez y Julián Álvarez, y la jugada le salió a la perfección, en gran parte gracias al brillante desempeño de un hombre clave: Enzo Fernández.  

El mediocampista dejó de lado el habitual rol que cumple en Chelsea para transformarse en un cinco tradicional. Desde el inicio, el ex River asumió la responsabilidad de ser el eje del equipo. Con pases precisos entre los centrales Nicolás Otamendi y Leonardo Balerdi, y con filtraciones que desarticularon a la defensa peruana, fue el motor de un equipo que buscaba redimirse. Sus intervenciones desactivaron cualquier intento de construcción rival liderado por Jesús Castillo y Oliver Sonne, neutralizando las aspiraciones de los dirigidos por Jorge Fossati.

Otro acierto del líder de la Scaloneta fue la flexibilidad táctica de Alexis Mac Allister, quien aportó profundidad al ataque con un cabezazo peligroso y se mostró dinámico en el retroceso. Mientras tanto, Rodrigo de Paul ofreció una batalla constante en la mitad de la cancha, imponiéndose en duelos clave ante Sergio Peña y Luis Advíncula. Aunque en algunos momentos el volante de Atlético Madrid priorizó acciones individuales, su conexión con el “10” se volvió fundamental para hilvanar jugadas ofensivas.  

El capitán fue, una vez más, el faro del equipo. Ante la férrea defensa de Perú, Messi buscó variantes, encontrando en las bandas los espacios que no aparecieron por el centro. Así nació el primer y único gol: un centro quirúrgico de “La Pulga” encontró a Lautaro, quien ejecutó una volea magistral para abrir el marcador.  

El delantero de Inter, que había tenido un primer tiempo discreto, demostró su instinto goleador. Con su tanto número 32 vistiendo la camiseta “Albiceleste”, igualó nada menos que a Diego Armando Maradona en la tabla histórica de goleadores, reafirmando su rol como pieza clave en el esquema de Scaloni.  

La Selección volvió a ganar, pero también cabe destacar el aspecto defensivo del equipo. Perú apenas generó situaciones de peligro, y Emiliano “Dibu” Martínez fue prácticamente un espectador de lujo durante los 90 minutos. La solvencia de Otamendi y Balerdi -que disputó su primer partido como titular- le permitió al equipo mantener el cero, una tranquilidad necesaria para asegurar el triunfo y sostener el primer puesto del ranking FIFA. Aunque no tuvo un desempeño deslumbrante, la Selección mostró la jerarquía necesaria para superar un escollo que podía complicarse.